El cáncer produce algunos efectos secundarios que afectan la piel, cabello, cejas y uñas, que afectan la comodidad, bienestar y autoestima del paciente. Desde este punto de vista, la estética y la cosmética pueden ayudar a los enfermos a mejorar su apariencia física y sentirse mejor.

Además de síntomas como mareos, náuseas y fatiga, entre otros, los tratamientos de quimioterapia y radioterapia pueden provocar efectos en la piel, entre ellos resequedad, decoloración, disminución del brillo y aparición de manchas. En algunos casos provoca debilitamiento y caída del cabello, sensación de hormigueo en las extremidades y alteraciones en las uñas.

María Unceta-Barrenechea es licenciada en farmacia y fundadora de María D’uol, laboratorio que creó María D’uol Oncology, la primera línea cosmética española formulada para prevenir, aliviar y reparar los efectos secundarios del tratamiento oncológico sobre la piel. María explica que estos efectos son transitorios y se pueden minimizar con una constante hidratación: “cuidar la piel va a mejorar la calidad de vida del paciente”, agrega.

En nuestro país, Elizabeth Laurent es la cosmetóloga a cargo del programa Luzca Bien Siéntase Mejor de la Cámara de la Industria Cosmética de Chile, que imparte talleres de maquillaje para pacientes con cáncer hace casi 10 años, el último de ellos realizado este mes en la Fundación Arturo López Pérez (FALP). Elizabeth indica que: “la rutina de cuidados básicos diarios es ideal tanto para la autoestima como para la piel”.

María señala que el cuidado cosmético debe adaptarse al tratamiento oncológico: “no es lo mismo el cuidado cosmético para una persona sometida a quimioterapia que para otra con tratamiento combinado de quimio y radioterapia simultáneamente”.

Al respecto, María dice que en el caso de quimioterapia las funciones del cuidado cosmético son hidratar y nutrir la piel, disminuir el enrojecimiento y aliviar la irritación, evitar el eritema palmo-plantar, disminuir el hormigueo y los calambres en las piernas, y calmar el posible efecto acneiforme. Cuando el paciente ha sido sometido a radioterapia, señala que se deben utilizar fórmulas cosméticas hidratantes que eviten o minimicen el efecto de la radiodermitis.

Esteticistas y pacientes oncológicos

María Unceta-Barrenechea explica que al tratar con pacientes oncológicos los profesionales deben extremar la precaución: “cuando tenemos un paciente oncológico en nuestra cabina de estética, los tratamientos que debemos hacer son de mucha hidratación, mucho mimo, mucho cariño y evitar todos aquellos tratamientos que puedan ser agresivos para la piel”. Además, agrega que deben tener formación en estética oncológica y uso de la cosmética oncológica.

Por su parte, Elizabeth indica que los especialistas deben cuidar particularmente la higiene con que trabajan, y evitar productos con algunos tipos de AHA´s (alfahidroxiacidos), “que podrían ser muy agresivos en una piel delgada y probablemente reactiva”.

Maquillaje

Antes de usar maquillajes, explica María, lo importante es que la piel esté bien hidratada y muy bien cuidada, y los productos deben cumplir “con el reglamento cosmético del país y estar aceptados por las autoridades sanitarias”. Y recomienda utilizar productos que además de embellecer contengan filtros solares para proteger la piel del sol.

“Cuando hay un proceso oncológico la piel queda muy delgadita y se nota mucho el maquillaje”, señala Elizabeth, por lo que se debe recomendar utilizar productos en base a agua, que tengan porcentajes de pigmentos bajos “para que se mimeticen bien con la piel delgada que se ve más frágil”.

Al desmaquillar, dice María, “se puede hacer con un aceite o loción reparadora a base de extractos naturales como la manzanilla y extracto de rosas, que al mismo tiempo que limpian, calman y reparan la piel”.